La Realeza en la Infantería española

Descripción

Señor: La Infantería viste hoy sus mejores galas y asoma á su rostro la más placentera sonrisa para recibiros cual os corresponde, para abrazaros cual lo merecéis la Infantería os acoge con orgullo. De perenne recuerdo serán para V. A. los días que pasasteis en el Alcázar del más ilustre de vuestros antepasados, en la mansión del más excelso Monarca de la patria española no se apartarán de vuestra mente los días que el estudio os embargó y la fatiga fué vuestro contento ese ayer tan reciente irá grabado en vuestra alma y, cual eco agradable, resonará en todos los instantes de vuestra vida, en todos los rendimientos al pasado venturoso. Habéis merecido para el Ejercito y para la Infantería eterna gratitud, pues en tres años de vida académica habéis fusionado vuestras aspiraciones con los anhelos de quienes no tuvieron la realeza por nacimiento, y sentido al unísono de corazones emergentes del pueblo. En el estudio y en el ejercicio, en la teoría y en la práctica de campamento, la obediencia fué vuestra norma y el compañerismo vuestro incesante afán querido por los superiores y apreciado por los iguales, adquiristeis condiciones para manifestaros como brillante Oficial, como esforzado compañero. La obediencia respetuosa y admiradora que uno y otro día aprendió V. A. de sus maestros es nuncio favorable de que ejercitaréis un mando austero é inteligente la fraternidad observada con vuestros compañeros os llevará igualmente á desarrollar un mando aplaudido y alentado por los colegas de regimiento