Mis heroicos discípulos

Descripción

Prólogo
Sangre heroica ha coloreado los campos melillenses sangre generosa ha llevado nuevo jugo á los laureles que orlan las puertas de la inmortalidad sangre de gente moza ha renovado hazañas esplendentes que antaño hicieron majestuosos nuestros triunfos y pasmosas nuestras rotas sangre de nobles luchadores ha recreado el alma española, perfumándola con su insólito sacrificio y ennobleciéndola con su ímpetu bravío. Al pie de la histórica Melilla, la Patria española ha resucitado altanera y agresiva, sublime y elocuente al pie de Melilla, el alma de la Patria ha idealizado la gloria humana en el martirio de los Oficiales y en la obediencia de los soldados junto á Melilla, el alma de la Patria ha sonreído nacarina y sugestiva. El ayer, henchido de bizarros episodios, ha reverdecido en el hoy, cuajado de gigantescos detalles el pasado, con sus lumínicos destellos, ha florecido sobre tierra africana en la magnificencia de nuestras tropas y en su indómito pelear los delirios quijotescos de un pasado venturoso han continuado benditos y arrobadores en una lid donde la muerte es soberanamente bella y poético es el sacrificio. Al igual de aquellos denodados Tercios que desde el Oriente al Ocaso pasearon victoriosa la enseña patria, mostrando al calor de la fe el brío de sus pechos, los soldados de ahora han ofrendado su vida con épico ardor y con excelsa grandeza al igual de aquellos invictos paladines del esplendor de su Patria y de la causa de sus Monarcas, los contendientes de ahora han ensalzado el nombre de España y de su Rey, aherrojando á la fanática morisma con la pujanza de su brazo y con su pasmosa serenidad