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Un soldado ayuda a sofocar un incendio en el Hospital Comarcal de Melilla

Fotografía oficial del soldado Herrero (fuente: ET)

Un soldado de la Unidad Logística nº 24 ayuda a sofocar un incendio en el Hospital Comarcal de Melilla

19/02/2021
El soldado Herrero, destinado en la Unidad Logística nº 24 de Melilla, se encontraba en su casa la madrugada del 17 de febrero, cuando escuchó gritos de “¡fuego, fuego!”. Inmediatamente, se asomó por la ventana y pudo comprobar cómo un vigilante de seguridad luchaba contra un incendio que se había provocado en el interior de las dependencias de Urgencias del Hospital Comarcal de Melilla.
Con gran rapidez, el soldado cogió dos extintores de su urbanización y acudió en apoyo del vigilante, ayudando a sofocar el fuego. Minutos después, el Servicio de Extinción de Incendios de la Ciudad Autónoma se personó en el centro y contribuyó a la extinción del mismo y a la extracción del humo de diversas dependencias.
A primera hora del mismo 17 de febrero, la Dirección Territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en Melilla informó que el incendio se había producido en el almacén de electromedicina y que, aunque no había provocado daños personales, el humo generado había obligado a realojar pacientes de Neonatología, así como a trasladar pacientes de la UCI 1 a la UCI 2.
No es la primera vez que el soldado Herrera ha tenido una acción destacada, ya que, hace tres años, cuando se encontraba paseando con su familia por el paseo marítimo de la ciudad observó cómo le robaban el bolso a una señora mayor y, rápidamente, persiguió y retuvo al ladrón hasta que la policía se hizo cargo de él.
Sin duda, se trata de un ejemplo de los valores que se inculcan a todos los miembros de las Fuerzas Armadas.

Incendio en el Hospital Comarcal de Melilla

Una capitán estabiliza la vida de un hombre en parada cardiorrespiratoria

La capitán Gabás en su Unidad

10/02/2021
Ejército de Tierra. Prensa Digital
La rápida actuación de la capitán Gabás, destinada en el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 73 (Cartagena – Murcia), consiguió estabilizar la vida de un hombre que se encontraba tendido en el suelo como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria, el 31 de enero en la ciudad de Huesca
Los hechos ocurrieron cuando la militar regresaba de practicar deporte y divisó un tumulto de personas que rodeaban a una persona de mediana edad que estaba tendida en el suelo. Tras comprobar que el hombre no respiraba y tampoco tenía pulso, pidió a las personas que allí se encontraban que despejasen la zona y llamasen a emergencias. A la vez, se dispuso rápidamente a estabilizarlo mediante la maniobra de reanimación cardiopulmonar.
La capitán continuó realizando este procedimiento sin descanso hasta que llegaron los servicios de emergencia y se hicieron cargo del hombre. Finalmente, ya estabilizado, fue trasladado a l la UCI del hospital de Huesca.
A lo largo del día, la oficial del Ejército de Tierra contactó con el personal sanitario para informarse por el estado de salud del paciente, que se encontraba estable pero grave. La rápida actuación fue fundamental para salvar su vida y mantenerlo estable hasta la llegada de los servicios de emergencias.}

El RAA 73 lanza un misil NASAMS en Huelva

Un cabo de la Brigada “Canarias” XVI rescata de un incendio a una pareja de octogenarios

Fotografía oficial del cabo Falcón

El cabo Falcón, destinado en la Brigada “Canarias” XVI, acababa de terminar su jornada laboral, el 3 de marzo, cuando al pasar por delante de una vivienda del municipio de Arucas (Gran Canaria) pudo observar que se había producido un incendio en su interior.
Inmediatamente, se acercó al lugar para asegurarse de que se había alertado a los servicios de emergencias, momento en el que un vecino le comunicó que en el interior se encontraba una pareja de edad avanzada que no podía salir. Fue entonces cuando el cabo entró en la vivienda, acompañando en primer lugar al hombre hasta el exterior, para luego volver a entrar y sacar a la mujer, quien tenía movilidad reducida y no podía caminar. Minutos después se personó la Policía Local a quien el cabo Falcón explicó que la vivienda ya había sido evacuada, siendo la pareja afectada trasladada a un centro hospitalario.
Una rápida y oportuna actuación que permitió que la situación no acabase en tragedia.

La aportación al urbanismo madrileño de un militar ilustrado

Carlos III encomendó a Sabatini dirigir la urbanización de la capital y la construcción de diversas obras

Francisco Sabatini
Trofeos militares en la Puerta de Alcalá (Madrid)
Puerta de Alcalá (Madrid)

FRANCISCO SABATINI, TENIENTE GENERAL DE INGENIEROS
La Ilustración europea del siglo XVIII, llamado “de las luces”, fue un movimiento intelectual que se valió de un utillaje ideológico basado en la razón, el progreso, la naturaleza y la búsqueda de la felicidad con el propósito de reformar y modernizar la sociedad y la cultura.
Durante este periodo, los hombres más interesados por ese proyecto en España se instalaron en la Corte. Fue así como Madrid se convirtió en el crisol de la Ilustración española, en el punto de encuentro entre los círculos locales y el reformismo oficial. Algunas instituciones sirvieron de puente para lograrlo, como la Sociedad Matritense de Amigos del País, impulsada por Campomanes y animada por Jovellanos.
Este movimiento y periodo están muy ligados a la figura del Rey Carlos III, que ya había reinado largos años en Nápoles cuando accedió al trono de España. Su experiencia le convertía en el soberano español más preparado para hacerse cargo de tan alta responsabilidad. Se decía de él que era un hombre con “sentido común”, cualidad suficiente para destacar entre varios de los monarcas que le precedieron y otros que le sucedieron. Sin duda fue un rey consciente de su deber que, ya en Nápoles, se había rodeado de personas activas e ilustradas. Su reformismo se basaba, esencialmente, en reformar lo necesario para conservar todo lo que fuera posible y de utilidad.
En 1759 Carlos III llegó a Madrid acompañado, entre otros ministros y personajes relevantes de su corte napolitana, por Francisco Sabatini (1722-1795), a quien el rey encomendó dirigir la urbanización de la capital y la construcción de diversas obras. Sabatini había nacido en Palermo, donde se formó en Humanidades, Matemáticas y Filosofía, para seguir haciéndolo en Roma como arquitecto. Pero también era militar. Desde su ingreso en 1760 como Ingeniero Ordinario en el Real Cuerpo de Ingenieros, hasta que alcanzó el grado de Teniente General, siempre estuvo presente en su obra su formación militar, que se traslucía en su gran conocimiento de materias como las matemáticas y la física.

La villa de Madrid, pese a que Felipe II la había convertido en corte en 1561, permanecía reducida a lo que hoy se conoce como “casco antiguo” o el “Madrid de los Austrias”, desde la Puerta de Toledo a la Puerta del Sol, con calles estrechas, oscuras e insalubres y numerosos pasadizos. Cuando Carlos III entró en ella por una antigua y pequeña Puerta de Alcalá tenía unos 150.000 habitantes y no disfrutaba de los adelantos de otras ciudades europeas en cuanto a salubridad e higiene, alumbrado, adoquinado de calles, monumentos conmemorativos y solo algunos grandes edificios, como el Palacio Real. En 1734 un incendio había destruido el antiguo Alcázar de los Austrias, por lo que Felipe V ordenó construir en aquel solar, al oeste de Madrid y al lado de la muralla árabe, el monumental Palacio Real.
La transformación de la ciudad ordenada por Carlos III y encomendada a Sabatini no solo se centró en la construcción de edificios monumentales y conmemorativos; también en el trazado de avenidas arboladas, acometida de aguas y, en general, en el “alcantarillado, empedrado y limpieza de la Corte”, según las Instrucciones redactadas por el ingeniero. Reformas que le valieron a Carlos III el título de “mejor alcalde de Madrid”.
El estilo impreso por Sabatini a sus edificaciones fue evolucionando desde el barroco al neoclasicismo, aplicándolo a multitud de reformas en la capital y otras ciudades, como la Plaza de la Armería, la Plaza de Oriente, los terraplenes del Campo del Moro, la Puerta de San Vicente, la Puerta del Jardín Botánico o una nueva Puerta de Alcalá.
Esta obra resume bien ese carácter sobrio, militar, matemático, que caracterizó su estilo, aquí ya plenamente neoclásico. Sustituyó a la construida en 1599 con motivo de la llegada a Madrid de Margarita de Austria, esposa del rey Felipe III, en la entrada del Camino Real de Aragón y Cataluña. Sabatini la concibió como un gran arco triunfal que no sólo ejerció la función, real, de puerta de la ciudad hasta 1869, sino también como monumento conmemorativo del reinado de Carlos III.
Para su construcción se presentaron al rey varios proyectos, como los de Ventura Rodríguez y José de Hermosilla, entre los que se eligió el de Sabatini. Realizada entre 1769 y 1778 en granito segoviano y piedra caliza de Colmenar de Oreja para los elementos decorativos, tiene la forma de un gran arco de triunfo con cinco vanos. Los tres arcos centrales son de medio punto, siendo el central mayor, para carruajes; los de los extremos, adintelados, estaban destinados al paso de los peatones. Aparentemente simétrica, la fachada oriental, por ser la que daba al exterior de la villa, se trató con mayor riqueza decorativa. Los relieves y esculturas fueron encargados a Robert Michel y Francisco Gutierrez, que adornaron sus fachadas, respectivamente, con guirnaldas de frutas o cornucopias; mascarones grotescos o cabezas de león en las claves de los arcos; figuras de las cuatro virtudes cardinales o trofeos militares. En cambio, la inscripción en letras de bronce: REGE CAROLO III / ANNO / MDCCLXXVIII, situada en una gran cartela rectangular, se repite en ambos lados. La fachada exterior es coronada por un gran escudo real sostenido por la Fama y un angelote. En la interior, sin embargo, de nuevo un motivo de carácter militar, un trofeo, ocupa la cúspide del frontón.
El ingeniero Sabatini dirigió igualmente la construcción de otras obras que darían mayor empaque y señorío a la ciudad. Entre ellas, la Fábrica de Porcelanas del Buen Retiro, la Iglesia de San Francisco el Grande o el Ministerio de Hacienda en la calle de Alcalá. Además, el arquitecto dejaría su huella en otras ciudades de España, como Aranjuez o Valladolid.
De este modo Madrid fue convirtiéndose en una ciudad más moderna y dotada de servicios. Todo ello, en gran medida, gracias al impulso de un militar ilustrado al servicio de un gran rey.

Una Compañía española desfila en la Fiesta Nacional francesa

El pasado 14 de julio, con ocasión de su fiesta Nacional, Francia concedió el honor al Ejército español de que una de nuestras unidades abriese el desfile de las fuerzas a pie por los Campos Elíseos de París. La Bandera del regimiento de Infantería “Príncipe” nº 3, de la brigada “Galicia” VII (BRILAT), y una compañía de fusiles de este regimiento, bajo el mando del capitán Rafael Roldán Ortega, fueron las elegidas. El “Príncipe”, de guarnición en el acuartelamiento “Cabo Noval”, en Sieiro (Asturias), es el segundo más antiguo de Europa (el más antiguo es el regimiento “Soria” nº 9, también español) y el más condecorado del Ejército español, desde su fundación en 1534 con el nombre de Tercio de Lombardía. Este trato preferente supone un reconocimiento a la destacada actuación de los componentes de la BRILAT, el 24 de febrero de este año, en el Centro de Adiestramiento de la misión de la Unión Europea en Mali, en la localidad de Koulikoro. Mientras prestaban el servicio de seguridad en la base, los militares españoles rechazaron un doble ataque suicida perpetrado con vehículos bomba y evitaron que penetrasen en el interior de la base y provocasen una carnicería.
En el desfile participaron también dos helicópteros Tigre y otros dos NH 90 de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra. A ellos se unieron miembros de la Armada, el Ejército del Aire y la Guardia Civil hasta completar una delegación de 128 componentes.

Coronel Presa, comandante de la Escuela de Pilotos de la OTAN

Artículo publicado en el

periódico El Español

del 28 de febrero de 2021

El académico correspondiente Carlos Presa Díaz es actualmente comandante del centro de adiestramiento avanzado de la OTAN (Tactical Leadership Programme, TLP) ubicado en la Base Aérea de Albacete, junto al Ala 14 de las Fuerzas Aéreas y la Maestranza Aérea.
En la entrevista que le hace María José Fuenteálamo, de El Español, se describen los antecedentes del centro TLP de la OTAN, formado por miembros de las Fuerzas Aéreas de diez países aliados y el porqué de su ubicación final en Albacete, después de pasar por dos países europeos antes. Se cuenta cómo es un día de operación en el Centro y también cómo en un solo día, en doce horas continuas, se realiza el 100% de la operación de adiestramiento, desde la preparación al juicio crítico final.
Como Doctor en Filología Hispánica Presa plantea indirectamente cómo la nación española deja ver sus vértebras (sólidas) a través de la obra de Cervantes. Además, haciendo valer la dualidad (distorsión) realidad – ficción en el Quijote, plantea cómo los personajes de ficción (cine y literatura) generan en el imaginario español una percepción distinta de lo que son (somos) sus soldados.
Extraído de su tesis doctoral nos recuerda además que “Don Quijote es la mutación altruista de un loco. Lo que Cervantes nos deja ver es el hombre que intenta cambiar el mundo, pero generosamente, a su propia costa, no a la de otros. Nos oferta la gran autopista entre realidad y ficción, que el loco primero y Sancho después, sabrán hacernos transitar”. El Quijote, afirma, “hay que leerlo de continuo como decía Faulkner. El Quijote, más que una simple obra literaria, es un tratado de Antropología”.
En cuanto a la formación permanente, técnica, humanística, científica, militar de los oficiales de las Fuerzas Armadas, Carlos Presa nos deja con una frase de Ortega y Gasset “La sabiduría es una actitud, más que un cúmulo de títulos o datos”. La mejor carta de presentación de un soldado es su uniforme.

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